Libro: La impostura climática de Claude Allègre (I)

A una semana (del 30 noviembre al 11 diciembre 2015  en París) para dar inicio a la COP21 (la 21 enésima Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático, con la finalidad de tomar medidas en relación al clima), encontré el libro l’Imposture climatique ou la fausse écologie de Claude Allègre, un científico y autor de una decena de libros. Allègre es un científico de renombre, recibió en 1994 la Medalla de Oro del CNRS (Centre National de Recherce Scientifique); la distinción científica francesa más alta.
La impostura climática

En la obra L’imposture climatique ou la fausse écologie[1] (La impostura climática o la falsa ecología) es una entrevista/conversación entre Dominique de Montvalon y Claude Allègre, publicada en 2010. En este libro de pone en causa a los científicos, revistas, periodistas, medios de comunicación, instituciones internacionales, escritores sobre el clima que imponen sus “estudios científicos” para justificas la dominación de los países del Norte para prohibir el desarrollo de los países del Sur principalmente.

Entonces para hacer más claro los propósitos defendidos por Claude Allègre, citaré en esta primera parte algunos pasajes del libro con la finalidad de entender mejor el tema. 

Modelos informáticos en cuestión

Allègre afirma una verdad que muchos creen que una verdad eternal. Los modelos matemáticos están en constante mejora. Lo que antes tenía validez tiene un límite en el tiempo y ya no tendrá validez en el futuro. “Estoy convencido que, de aquí a 5 años, todas las predicciones climáticas fundadas sobre los modelos informáticos aparecerán como falsas y que otra vez se pondrá en acusación a la ciencia[2]

¿Prohibir el desarrollo de los países del sur?

Muchas conferencia terminan en fracasos uno tras el otro. Porque lo que está en juego no es solo decir dejemos de emitir CO2, sino detrás de todo esta está el control para poder o no acceder una mejor calidad de vida. Y, para llegar ahí, se requiere un avance en tecnología, uso racional de los recursos y materias primas y, para llegar allí, necesariamente se pasa por tener o explorar fuentes de energía, sin esta última nada se puede hacer. Pero los países “ricos” o del Norte, quieren impedir al acceso de una mejor vida a los pueblos de los países del Sur, al menos eso es lo que podría suceder a mediano y largo plazo.
Para obtener una respuesta positiva en el acuerdo de Copenhague, habría sido mejor “no presentar la reducción de las emisiones de CO2 como sanciones o prohibiciones para retrasar el desarrollo – sobre todo de los países del sur – pero, al contrario, como oportunidades para promover un nuevo modelo de desarrollo. La lógica de prohibiciones, de cuotas y de alquileres de carbono es retrogrado, neocolonialista y, lo vimos, ineficaz. Este alarmismo climático sobre una afirmación del aumento de 2°C o 3°C en un siglo – que se podría evitar reduciendo las emisiones de CO2 – ha puesto todo al revés.”[3]

Al menos en Copenhague se habría visto un espectáculo de batalla entre los países del Norte y los de Sur. Porque es francamente inadmisible que en nombre del calentamiento climático, los más fuertes intentan todavía seguir dando órdenes a los países soberanos del Sur.
Exactamente, un fracaso para el norte en su voluntad de controlar el desarrollo del sur. Cuando entendemos decir que la China no tiene el derecho de desarrollarse como nosotros lo habíamos hecho, que ella debe inventar un nuevo modelo de desarrollo, los chinos responden: “Es nuestro problema. Ustedes no tienen más que evitar consumir y contaminar el planeta…[4]

Cuidado con deteriorar el planeta 

Es una ambición de los países ricos que se escondieron tras mensajes alarmistas de “científicos”, medios de comunicación, líderes políticos, organizaciones internacionales para justificar acuerdos que van contra el legítimo derecho de acceso o al desarrollo de sus propios modelos socio-económico político de los países del Sur.

Cierto, pero esta ambición fue mucho tiempo escondido, en el nombre de los imperativos ecológicos planetarios, por lo nebulosa que rodea la guerra mundial anti-CO2. Se le decía a los países del sur: “cuidado, a todos nos concierne, ¡vamos a deteriorar el planeta![5].

Pretenden gobernar el mundo desde la tecno-estructura de la ONU

Otra razón por la cual Copenhague ha fracasado, es su estructura que la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En ella están aferrados técnicos que tienen la intención de gobernar el mundo, pisoteando los procedimientos democráticos. Ante esto, Claude Allègre denuncia a los autoproclamados apoyados por la ONU que pretender tener la verdad absoluta y que se niegan a un debate libre.
¿Por qué un pequeño  grupo autoproclamado, con la hipocresía de la ONU, tendría el derecho de decir al mundo la “verdad” científica, y lo que él debe hacer en el nombre de una ciencia incierta y de una estrategia de comunicación que yo estimo deshonesto privado de debates libres?[6]

Científicos que se oponen, son desaparecidos

La deshonestidad de los “científicos” o de los portavoces es evidente, que buscaron sembrar el miedo con mensajes apocalípticos. Y Allègre lo dice claramente:

Ella es deshonesta porque ella buscó asustar – y ella lo logró – extrapolando de manera no científica las previsiones llamadas “científicos”. Y todo sin dar la palabra a los científicos que no piensan como ellos, cortándoles los créditos, e impidiéndoles de publicar sus ideas, impidiéndoles de tener acceso  a la base de datos, luego calumniándolos, afín de propagar miedo y falsas verdades…. Donde algunos son grotescas[7].

Subvención para impedir el desarrollo

Muchas organizaciones no gubernamentales (ONG) promueven actividades contra el calentamiento global. Sin embargo sus actividades en gran medida no están dirigidas directamente hacia los que llevaron a una situación de impase del cual los directos afectados son los menos favorecidos. Se utiliza argumentos para pedir ayuda cuando las Islas de Pacifico están inundadas, aduciendo que se debe al cambio climático, cuando en realidad el Mar aumenta su nivel de 2 milímetros por año. La causa de estas inundaciones es debida al fenómeno bien conocido, el Guyot. Semejante cuando nos dicen que los pobladores de Bangladesh que están amenazados por una migración de tigres a causa de la emisión de CO2, o cuando leemos en el diario Le Monde que hay que dejar de comer la carne de res porque esta malo para el clima[8].
¡Subvenciones contra la promesa de no-desarrollo!... con el miedo planetario, se esperaba que todo el mundo, de una cierta manera,  encontraría su cuenta. Pero los resultados demostraron que no es así[9].

Bonos de carbono para contaminar

Recibir subvenciones, a largo plazo es quedarse en completa desventaja. Ese modelo no va hacer más que incrementar la precariedad con los pueblos del Sur. Lo que tiene que hacerse es que cada uno debe elegir lo que mejor le conviene, tomando en cuenta diversos factores para poner acceder a otras formas de energías.
Con los bonos carbonos para contaminar, y una multiplicidad de prohibiciones -, esto no es la buena fórmula. Lo que debe primar, es la innovación y el desarrollo de nuevas fuentes de energía barata Proponiendo compartir la innovación con los países del tercer-mundo podemos salir del estancamiento de Copenhague. Reducir las emisiones de CO2 de 20% para los países industrializados, esto no quiere decir volver atrás: esto quiere decir dotarse de recursos de energías nuevas.[10]

El mito intocable

¿Para qué hoy privar el acceso a una calidad de vida mucho mejor a los pueblos del sur, en nombre del cambio climático, cuando en realidad no se conocen con exactitud el rol de otros factores ajenos al CO2? “'El calentamiento climático' es un mito intocable. ¡No importa la realidad! Ahora vivimos en el mundo cibernético, en el mundo digital, y en este planeta, la fantasía a menudo suplanta lo real, ¡demasiado banal! Dicho esto, yo advierto a los grandes sacerdotes de este cybermundo: se darán cuenta ellos que los ciudadanos empiezan a estar cansados por este catastrofismo repetitivo, por estas alarmas sucesivas – el futuro será dramático -, ¿mientras a diario viven muchas dificultades, tantos desafíos? Se les invita a luchar contra un posible y supuesto inquietante calentamiento climático: esperando, ellos mueren de frío y están sin empleo.[11]

¿No será mejor preocuparse los problemas de hoy, en lugar de lo que supuestamente va pasar (si es que sucederá, porque nadie conoce el futuro) dentro de un siglo? La gente quiere soluciones  a sus problemas de hoy y “¡no del clima dentro de un siglo![12].

El cambio climático es real, pero no solo se debe al CO2

Pero hay que remarcar que Claude Allègre no niega el cambio climático, sino que él está en contra de las tomas de decisiones en función de reportes “científicos” y “reduccionistas” donde sólo se está teniendo en cuenta las emisiones de CO2.

Hay que decir que el calentamiento climático es real y, cualquiera que sea, mañana, habrá que adaptarse. Pero no sabemos lo que será ni si las causas de este calentamiento son naturales o humanas. Desde 10 000 años, el hombre hace demostración que él se adapta a los cambios climáticos que nunca cesaron. Decidir que el CO2 es la sola e única responsable y que bastaría de reducir sus emisiones para todo resolver, esto es, por lo menos, poner todos sus huevos en la misma canasta. Hace falta una actitud más pragmática, plural diversificando las precauciones[13].

Combate contra el extremismo y totalitarismo verde

Los que están cuestionando los reportes del GIEC (Grupo Internacional para el Estudio del Clima, creado en 1988 bajo la efigie de dos organizaciones de la ONU: el programa de las naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización Meteorológica Mundial), cada día van sumándose más científicos. Pero a inicios Allègre fue casi el único en denunciar las tesis del calentamiento climático.“Mi combate, es contra el extremismo bajo todas las formas, contra el alarmismo, el miedo, el totalitarismo verde, contra los excesos de todos los orígenes. Mi combate, es aquel del buen sentido y de la mesura.[14].

Los hechos observados y si los modelos no van con la realidad

El invierno 2008-2009, habría sido el más frio y desde el inicio, el invierno 209-2010, no dio credibilidad a la ida de un calentamiento del planeta. Por lo que la realidad que uno tiene frente a los ojos, no coincide con las modelizaciones.

Desde hace diez años – y no solamente estos últimos meses – el clima no da poca razón a las predicciones alarmistas de los expertos del GIEG. El invierno 2008-2009 fue, como el precedente, frio en Francia, en Canadá, en Siberia. […] La temperatura media del océano no aumenta después 2003. Desde 10 años, la temperatura media del globo tiene la tendencia a disminuir. Y cuando vemos en pleno verano,  como sucedió en 2008, los elefantes se atascaban en la nieve en Kenia, mucha gente de buena fe se cuestionaba: ¡esto es un poco desordenado como índice del calentamiento! El GIEC debería decidirse a tener en cuenta los hechos observados y si los modelos no van con la realidad, el GIEC debe tener la honestidad de admitirlo”.[15]

Enfriamiento y calentamiento del clima

En el diario Le Monde, el 21 de octubre 2009, según menciona Allègre, “un miembro eminente del núcleo duro del GIEC, Mojiv Latif, que dirige un equipo de modelizadores localizado en Kiel en Alemania, realizó una conferencia. Primero él dijo:'Las observaciones no corresponden a las modelos. Por lo que hay que modificar los modelos'. Se trata, de su parte, de una actitud honesta e incluso valiente. Luego el adiciona: “Según mi nuevo modelo, el globo va enfriarse durante veinte o treinta años”. Predicción muy interesante fundada sobre un modelo de análisis del clima en la cual, esto es el hecho importante, el océano está plenamente integrado. Ahora bien, esta predicción adhiere a aquello de los especialistas del Sol, y principalmente de un grupo de astrónomos holandeses: sur la bases de los ciclos solares, ellos afirman, también, que habrá un enfriamiento.”[16]

El clima es impredecible

Con las afirmaciones del científico francés, lo que se busca no es ganar alguna portada, sino simplemente denunciar las imposturas del GIEC sobre todo.

Yo no busco ninguna gloria científica en este dominio. Yo noto simplemente que etas nuevas predicciones están en total contracción con los modelos del GIEC, de donde yo no dejo de denunciar la impostura ligado a la subestimación grave de incertitudes.[17].  Para Claude Allègre no se puede anticipar lo que seria en un futuro, razón por la cual toma con cautela ciertos pronósticos.“En efecto, soy muy receloso frente a todas las predicciones climáticas…. Fundamentalmente, yo creo que el clima es impredecible. Hay que observar, extrapolarlo un poco, adaptarse progresivamente[18].

El cambio climático no se debe a especulaciones teóricas

Como lo dijo anteriormente el mismo Allègre, él es consciente que existe un cambio climático, pero insiste en que esto siempre sucedió a través de la historia se puede corroborar y que las causas precisas aun quedan por conocerse:

Por supuesto, pero cela reporta de la observación, ¡no de la especulaciones teóricas! Los contrastes climáticos – extremas sequías-lluvias diluvianas, por ejemplo – parecen multiplicarse. Hay un cambio climático, como nunca dejo de haberlo  a lo largo de la historia geológica. Persisto: no se conoce las causas exactas de este cambio y, en el estado actual de la cosas, no se puede prever exactamente la evolución, ¡ni intervenir eficazmente para cambiarlo![19].
El aumento de CO2 es también por la actividad del hombre

Claude Allègre no niega que el contenido en gaz carbónico aumenta en la atmósfera después de la era industrial, porque “esto es una hecho de observación. Esto es una evidencia. Son mis colegas geoquímico, Hans Suess y Charles Keeling, que lo demostraron[20]. Allègre también admite que el aumento de CO2 es debido a las actividades humanas. “Por supuesto… esto está establecido por diversos observación geoquímicas, principalmente sobre el carbono 14[21].

Otra verdad es que el fenómeno físico del efecto invernadero causado por el CO2, “¡pero cuidado a las deducciones que algunos hacen a partir de esta constatación, teniendo en cuenta los bajos contenidos en CO2 en la atmósfera terrestre![22]

Compuesto que contribuyen al efecto invernadero

También no se debe ignorar lo que la vida cotidiana del hombre contribuye a la degradación de la Tierra, pero no en la misma proporción de los otros compuestos presente en la atmósfera. “Por supuesto que el hombre contamina la atmósfera y le impone bastante basura, principalmente en las ciudades, pero ¿Cuáles son aquellas que intervienen sobre el clima? El vapor de agua es un gas del efecto invernadero mucho más eficaz sobre la tierra que el CO2.”[23] 

En el cambio climático hay muchos factores que entran en juego: el rolo cuantitativo de las plantas verdes que absorben el CO2 para fabricar materia viviente por la fotosíntesis, el rol del océano que es un inmenso reservorio de CO2, el rol de las nubes… Existen estudios sobre la absorción de CO2 por ejemplo el del bosque africano. Según Allègre, este estudio “demuestra que la absorción por el bosque aumenta al mismo tiempo que el contenido en la atmósfera[24]. Esto es “una observación fundamental, porque podríamos pensar que la absorción de CO2 por las plantas juega el rol de un regulador natural de CO2. Se conoce, en efecto, que en el curso de los tiempos geológicos los contenidos de CO2 de la atmósfera han variado: ellos eran muchos más importantes en el cretáceo (hace 100 millones de año) que hoy en día, y después, estos contenidos han disminuido. Por lo tanto hay un mecanismo natural que regula los contenidos en CO2 de la atmósfera…. Yo insisto y soy extremadamente serio: estos fenómenos son muy, muy complejos…[25]

La ciencia no es cuestión de democracia

Enfrentarse a miles de científicos para defender una idea o simplemente para poner en tela de juicio lo que la mayoría dice, requiere una valentía y dejarse llevar por el buen sentido y la observación. Se utiliza los argumentos de autoridad contra Claude Allègre. El ejército de cerebros del GIEC comprende miles de científico. Entonces muchos se preguntan por qué un tal Claude Allègre tendría la razón.
Para eso, el científico francés tiene una respuesta contundente : Porque “la ciencia no es cuestión de democracia, no es una cuestión de mayoría. Como lo dice nuestro gran matemático Alain Connes: ‘Jamás hemos demostrado un teorema por un voto’. Un progreso científico se hace generalmente contra la opinión promedio de la comunidad. Si no, esto no es un descubrimiento. Si, en mi vida científica, he podido aportar un cierto número de ideas que son hoy en día integrados en el saber, es oponiéndome cada vez al consenso del ambiente de mis colegas. ¡En 1970, éramos tres en Francia en defender las placas tectónicas contra…. 5 000 adversarios! La aceptación de una idea científica se hace siempre al final de plazo más o menos larga[26]. Porque “para una teoría como la relatividad especial que se demuestra matemáticamente, tuvo que pasar 30 años.”[27]


Si piensas diferente, te desaparecen

En esta lucha de confrontación de estudios, cada vez más hay más científicos que están cuestionando los reportes del GIEC y, Claude Allègre dice: “Efectivamente, no estoy solo ni tampoco soy el primero en contestar el punto de vista del GIEC. Simplemente, durante mucho tiempo, las voces de los oponentes a las tesis oficiales fueron asfixiadas. En mi caso –teniendo en cuenta de lo que soy, de mi independencia -, la “mayoría climática” no tuvo los medios de impedirme de expresarme.[28]

No es una tesis, esto está demostrado

Pero se podría hacer un paralelo entre lo que el Cardenal Robert Berllarmin decía a Galileo en 1615, porque la “tesis” que Allègre defiende en este asunto del calentamiento climático, como en el tiempo de Galileo, una “verdad oficial”; dice Dominique Montvalon. A lo que Allègre replica: “No es una tesis, esto está demostrado. Existe una verdad impuesta con los métodos dignos de regímenes totalitarios. Si no, ¿Cómo comprender la violencia de los ataques de cual he sido objeto en la prensa, mientras que mi solo perjuicio era – y permanece – de poner en duda una afirmación científica? ¿La duda metódica, no es un ilustre francés – René descartes – que lo inventó? ¿Debemos en Francia ser condenados por eso?[29].

Los injurias por parte de los grandes "sacerdotes" del cambio climático

Los ataques que recibe Allègre y, los que encontraron deficiencias o exageraciones en los estudios publicados por el GIEC fueron de todo tipo. Razón por la cual Allègre en este libro habla de manera exhaustiva. “No hablo hoy en día a la ligera de 'impostura climática'. Cada vez que los espíritus independientes y teniendo una formación científica solidad – que ellos sean físicos, geofísicos, ingenieros o incluso climatólogo – examinaron el expediente del “calentamiento climático”, ellos han emitido muchas dudas, o rechazaron las tesis alarmistas del GIEC. Todos subrayaron la enorme margen de incertidumbre que hacía falta asociar a los resultados, y también un cierto número de errores técnicos. Cada vez ellos fueron inmediatamente atacados, calumniados, injuriados por las 'grandes sacerdotes del calentamiento' sin que estos últimos argumenten. Habrá que demandarse por qué pues esta postura es, a mi conocimiento, única en la ciencia moderna. En general, en ciencia, se debate intercambiando argumentos contradictorios y, en general, la ciencia es la que gana. Aquí no hay debates: '¡circula, no hay nada que ver!' El GIEC estableció la verdad. Hay un consenso. Usted no tiene más que admitirlo. Un punto, eso es todo [….] rechazar el debate, ¡es salir de la ciencia! Y eso es lo que se hace desde hace diez años[30].

Ecología política totalitaria

Es una evidencia que cuando se quiere imponer algo, se busca a los portavoces y acudir a la autoridad para justificar sus intenciones y, para eso existen miles de ejemplos. Entonces “¿Existe una interferencia entre ciencia y política?”, cuestiona Montvalon.

La respuesta de Allègre es: “Si, sin duda, pero es mucho más complicado que eso. Yo sostengo que la tendencia profunda de la ecología política es de ser totalitaria[31].
Esta es una parte de lo que contiene el libro La impostura climática, por lo que está en cada uno continuar con la investigación con la finalidad de tener e lo posible la más amplia información sobre el tema. Es crucial cuestionarse toda la vida posible y no solo admitir como verdad absoluta la información de un solo lado.

En la próxima publicación citaré nombres de personajes y científicos, partidos políticos, lo que se está haciendo para modificar el comportamiento del clima, etc.
 
Notas:

[1] Claude Allègre avec Dominique de Montvalon, L’imposture climatique, ou la fausse écologie, édition Plon, 2010, France.
[2] id. p.12
[3] id. p.12-13
[4] id. p.13
[5] id. p.13
[6] id. p.14
[7] id. p.14
[8] id. p.14-15
[9] id. p.15
[10] id. p.15-16
[11] id. p.16
[12] id. p.16
[13] id. p.17
[14] id. p.17
[15] id. p.17-18
[16] id. p.19
[17] id. p.19
[18] id. p.20
[19] id. p.20
[20] id. p.20
[21] id. p.20
[22] id. p.21
[23] id. p.22
[24] id. p.22
[25] id. p.23
[26] id. p.24
[27] id. p.25
[28] id. p.25
[29] id. p.25
[30] id. p.26
[31] id. p.26

Atentados en París, Michel Houellebecq: "Yo acuso a Hollande y defiendo a los franceses”

Michel Houellebecq. Foto DR.
El intelectual e escritor francés, autor de varios libros, entre ellas Les particules élementaires, Plateforme. y su más reciente obra Soumission; denuncio a los responsables que hicieron posible los atentados terrorista en París el viernes 13 noviembre 2015.

Su mensaje va directo a las políticas exteriores de la Francia. También lo dice claramente que François Hollande es un "insignificante oportunista" y que el actual Primer Ministro es un "retrasado congénito" que no saldrán con "honores" por sus actos. El texto de Michel Houellebecq fue publicado en el medio italiano Corriere Della Sera.

Muchos medios franceses hicieron eco de lo que dice Houellebecq solo con algunos extractos del texto del escritor. Sin embargo, gracias a Medias Presse, que publicó el texto integral en francés y que amablemente autorizó su traducción integral para el portal Logophilo.

A continuación el texto completo del “yo acuso a Hollande y defiendo a los franceses” de Michel Houellebecq:
Tras los atentados del 07 de enero, pasé dos días pegados frente a las noticias de la televisión, sin poder apartar la mirada. Tras los atentados del 13 de noviembre, creo que ni siquiera prendí la televisión. Solo me limité a llamar a los amigos y conocidos que viven en las zonas afectadas (se trata de muchas personas). Uno se acostumbra, incluso a los ataques. En 1986, París fue el blanco de una serie de ataques con bombas en diversos lugares públicos (se trataba del Hezbollah libanés, yo creo, en esa época reivindicaba la responsabilidad).

Hubo cuatro o cinco ataques, en intervalo de algunos días, a veces de una semana, no me acuerdo bien. Pero recuerdo muy bien lo que era la atmósfera que respiramos, en el metro, los siguientes días. El silencio en los pasillos subterráneos fue total, y los pasajeros cruzaban miradas llenos de desconfianza. Eso, la primera semana. Después, muy rápidamente, las conversaciones se reanudaron y la atmósfera volvió a la normalidad. La idea de una explosión inminente permaneció en el aire, pesaba en la mente de todos, pero ella había pasado a un segundo plano. Uno se acostumbra, incluso a los ataques. Francia va a resistir. Los franceses sabrán resistir, incluso sin alardear un heroísmo excepcional, incluso sin necesidad de un "ruido" colectivo de arrogancia nacional.
Ellos resistirán porque no podemos hacer otra cosa, y porque nos habituamos a todo. Y ninguna emoción humana, incluso el miedo, es fuerte la hábito. Keep calm and carry out. Mantener la calma y mantenerse firme. De acuerdo, haremos realmente así (aunque, por desgracia, no tenemos a Churchill para gobernar el país). Contrariamente a lo que se cree, los franceses son más dóciles y fácilmente se dejan gobernar, pero eso no quiere decir que son unos completos imbéciles. Su principal defecto podría definirse una suerte de superficialidad inclinado a olvidar, y esto significa que hay que refrescar la memoria periódicamente. La deplorable situación en la que nos encontramos es atribuirle responsabilidades políticas precisas; y estas responsabilidades políticas deberán, tarde o temprano, ser examinados. Es muy poco probable que el insignificante oportunista que ocupa la silla presidencial [François Hollande, ndt], tal como el retrasado congénito que ocupa el cargo de Primer Ministro [Manuel Valls, ndt], por no mencionar los "tenores de la oposición" (LOL), salgan con los honores de este examen.

¿Quién decidió recortes presupuestarios en las fuerzas policiales, hasta reducirlos a la exasperación, haciéndolos prácticamente incapaz de llevar a cabo sus misiones? ¿Quién enseñó durante muchos años, que las fronteras son una vieja absurdidad, símbolo de un nacionalismo anticuado y nauseabundo? Obviamente, estas responsabilidades fueron ampliamente compartidas. ¿Qué líderes políticos han metido en situación difícil a la Francia en las operaciones absurdas y costosas, donde el resultado principal fue volcar en el caos primero Irak luego Libia? Y ¿Qué gobiernos estaban cerca, hasta hace poco, a hacer lo mismo en Siria? (Se me olvidó, es cierto que no fuimos a Irak, no en la segunda vez, pero por pocos, y parece casi seguro que Dominique de Villepin pasará a la historia sólo por eso, que no es poco: haber impedido que Francia, por una vez, la sola y única vez en su historia reciente, participar en una intervención militar criminal – y además idiota).

La conclusión ineludible es desgraciadamente muy grave: los gobiernos que se sucedieron en el curso de los diez ¿Veinte? ¿Treinta? últimos años lamentablemente han fracasado, sistemáticamente, torpemente en su misión fundamental, es decir, la proteger al pueblo francés confiado a su responsabilidad.
La población, por su parte, no ha faltado en nada. En el fondo, no se sabe exactamente lo que piensa la población, ya que los sucesivos gobiernos se han cuidado muy bien de hacer un referéndum (excepto uno, en el 2005, pero ellos prefirieron ignorar el resultado). Las encuestas de opinión, sin embargo, todavía están permitidos y - por lo que valen - revela más o menos lo siguiente: la población francesa siempre ha mantenido la fe y la solidaridad con la armada y las fuerzas policiales; ella acogió con desprecio el discurso de la "izquierda moral" (¿moral?) sobre la acogida de refugiados y migrantes y ella nunca ha aceptado sin desconfianza las aventuras militares extranjeras en las que sus gobernantes han arrastrado.

Se podrían multiplicar al infinito los ejemplos de la fractura, hoy en día abismal, que ha surgido entre los ciudadanos y aquellos que deberían representarlos. El descrédito que hoy golpea en Francia la totalidad de la clase política no sólo es generalizada, sino también legítimo. Y me parece que la única solución que nos queda sería aquella de dirigirse lentamente hacia la única forma de democracia real, yo entiendo por esto, la democracia directa.
© Houellebecq

Libro: La Gloria de mi Padre de Marcel Pagnol (Recuerdos de Infancia – Tomo 1)

La obra titulada Souvenirs d’enfance (Recuerdos de infancia) de Marcel Pagnol consta de cuatro tomos. El primero de ellos es La gloire de mon père (La gloria de mi padre) publicado en 1957.

En estos recuerdos, yo no diré de mí ni mal ni bien; yo no hablo de mí, sino del niño que ya no soy”, dice en Marcel Pagnol en el prefacio.

La gloria de mi padre es un relato a modo de ensayo de Marcel Pagnol. La vida en el sur de Francia es el escenario donde Joseph, el padre de Marcel, su madre Agustine, su tía Rose, su tío Jules (su verdadero nombre Thomas), sus dos hermanos menos, etc. enriquecen la historia de Marcel. Pagnol también en esta autobiografía pone en valor la simplicidad con la que uno puede vivir y bien.

Como ya es una habitud, en las siguientes líneas solo voy a citar algunos pasajes que me parecieron interesantes.

Los recuerdos de un niño de los reemplazamientos de un curso por otro también dejan en la memoria del niño Marcel. El curso de teología fue remplazado por los cursos de anticlericalismo. De este cambio, Pagnol dice: “Se les dice a estos jóvenes que la Iglesia nunca había sido otra cosa que un instrumento de opresión, y que el objetivo y su labor de los padres, era de atar sobre los ojos del pueblo la venda negra de la ignorancia, todo cantándole fabulas, infernales o paradisíacas”.
  
Y, no solo eso, porque también el curso de historia “era elegantemente falsificado en el sentido de la verdad republicana”. También de alguna manera denuncia los propósitos de un gobierno: “Todos los manuales de historia del mundo, siempre fueron sólo folletos de propaganda al servicio de los gobiernos”.

Una fina forma de decir lo que fue la lucha de los laicos y el rol de los padres en Francia, encontramos en La Gloria de mi padre.  Reflexiones que también van hacia la naturaleza del hombre. Porque cuando el niño Marcel va con su madre Agustine a Saint-Loup, un lugar en los periféricos de la ciudad de Marsella ve la crueldad del hombre en un matadero de animales: “Creo que el hombre es naturalmente cruel: los niños y los animales dan prueba de esto cada día”.

Un formidable pasaje de interacción con su padre lo encontramos también en este capítulo del Souvenirs d’enfance. En una parte de ella dice: “Yo admiraba la omnipotencia de mi padre”, al ver a su padre como enseñaba a leer a los niños de entre 6 y 7 años.

Las decepciones también no son ajenas en este libro. Por ejemplo cuando Jules, antes de que se casa con Rose, la tía de Marcel, le había dicho que el parque le pertenecía y, cuando Marcel le sugería construir una casa allí, Jules le confiesa que en realidad no era el propietario de una tan grande superficie. “Yo estaba horrorizado por la pérdida instantánea de un patrimonio tan hermoso, y me arrepentí de haber admirado tanto tiempo a un impostor”, dice Marcel.

Marcel nos cuenta de las cosas prácticas que uno puede aprender cuando uno observa detenidamente los comportamientos de los entes que están a su alrededor. Por ejemplo, observando a los animales, a los insectos, etc. Un niño en íntima relación con su medio, es un niño que desarrolla enormes potenciales. El Padre de Marcel cuando constata los avances de sus estudios de sus niños, les recomienda dejar los “juegos inútiles” para dar paso a las observación minuciosa del comportamiento de las hormigas, porque él "veía en ellas el modelo del buen ciudadano".
Marcel era testigo directo de las opiniones y visiones de mundo de dos adultos, el de su padre y el de su tío Jules; uno no creía en la religión, el otro sí. Frente a esto, Marcel temía que su padre sea humillado o ganado en cualquier actividad o debate por su tío Jules. Pero en muchos casos, la fuerza moral y la motivación del pequeño Marcel era producto de sus lecturas. Gracias a ellas tomó conocimiento de la existencia del lago Titicaca, luego de Luis X y, estudió bien a los Pieles Rojos (aprendió a como caminar como un Comanche el pequeño Marcel).  

Cuando Joseph y Jules se fueron de caza y, Marcel los siguió en secreto porque no quería perderse esta experiencia y también temía que su padre fuera humillado por su tío durante la caza. Pero sucedió lo contrario.
Yo grité con toda mi fuerza: “¡Él los ha matado! ¡A los dos! ¡Él los ha matado!
[…]
Yo levantaba hacia el cielo la gloria de mi padre frente al sol crepuscular”, el padre de Marcel había matado dos perdices “bartavelles”, los perdices reales que son difíciles de cazarlos y, que Marcel lo había recogido a unos metros de la posición de su padre.

Este logro le trajo elogios a Joseph por parte de todos los vecinos. Y, como es difícil cazar a estas perdices sin la ayuda de los caninos o de un niño, Marcel es testigo de las afirmaciones de Mond. "Bravo pichoncito, me dice Mond. Uno de estos días, te llevaré conmigo", sin antes de enunciar su regla de vida: "¡Cuando no tienes perro, hay que tener niños!”.
Me encanto mucho este libro, Pagnol aquí nos hace descubrir la vida lejos de la capital francesa, donde se respira el olor de las hierbas, el canto de los insectos, etc. con un lenguaje enriquecedor.  Nos cuenta la vida en provincia, que de alguna manera es mucho más respetuoso de las reglas y valores del buen vivir entre todos, sin la abundancia material.

Recomendable leer y, si es posible, hacer de una lectura para los niños para une evasión enriquecedora.

Libro : La gloire de mon père, Marcel Pagnol, Collection Fortunio, éditions de Fallois, 1988, Paris.

Libro: El amor dura tres años de Frédéric Beigbeder

Hace algunos años, una mañana escuche por la radio sobre una película basada en la novela “L’amour dure trois ans” (El amor dura tres años) del francés Frédéric Beigbeder. Después de esa fecha, siempre escuchaba sobre el libro, hasta que por fin lo leí (después de tres años).

Con el texto “el amor es un combate perdido de antemano”, inicia la pequeña novela de Beigbeder.  Y, para demostrar lo que afirma a lo largo del libro, se sirve de las contradicciones de nuestra sociedad, de las cifras de una organización mundial, de los estudios científicos.

En un inicio, Beigbeder está convencido de que el amor es como un ciclo que debe repetirse cada tres años y, que el “matrimonio es una estafa infernal, una mentira organizada donde nosotros [junto a Anne, su esposa] habíamos fenecido como dos niños”.

Beigbeder en “el amor dura tres años” resume o divide en tres etapas la vida de una pareja:

Al inicio, todo es hermoso, incluso usted […] Durante un año, la vida no es más que una sucesión de mañanas soleadas, incluso la tarde cuando cae la nieve. Usted escribe libros sobre eso.

El segundo año, las cosas comienzan a cambiar. Usted se volvió tierno. Usted esta orgulloso de la complicidad que se estableció con vuestra pareja. Usted comprende a vuestra mujer  “a media palabra”; qué alegría de no ser que  uno […] Ustedes hacen al amor con mejor frecuencia cada vez y usted cree que no es grave. Usted está convencido que cada día solidifica vuestro amor aunque el fin del mundo está cerca.

El tercer año, usted ya no puede dejar de observar las señoritas frescas que alumbran la calle. Usted no habla más a vuestra mujer […] Ustedes salen con mayor frecuencia: eso les da una excusa para no más echarse un polvo. Viene pronto el momento donde usted no soporta más a vuestra esposa un segundo de más, porque usted se enamoró de otra”.

¿Qué hacer cuando uno esta casado y se enamora de otra que también está casada? Marronier el mundano tiene sus estrategias para todo eso. Producto de eso, llego a los brazos de Alice (esposa de Antoine).

Los mundanos son seres solitarios pedidos en una abundancia de conocimiento confuso. Ellos se aseguraran a puñetazos. […] Ellos se dan una ilusión de importancia saludando a las gentes celebres, aunque ellos mismos no hacen nada…. Ellos se las arreglan para frecuentar sólo lugares extremadamente ruidosos para no poder hablar. Las fiestas fueron dadas al hombre para permitirle esconder su capacidad de reflexión.
Las fiestas fueron dadas al hombre para permitirle esconder su capacidad de reflexión.
Y, para no reflexionar sobre la ruptura de su matrimonio después de tres años con Anne, Marronier decide simplemente celebrar la desunión: “¡Youpi! Me divorciéééé”, grita Maronnier en medio de la pista de baile. 

Beigbeder incluso hasta hace comparaciones con la existencia de otros seres:

"Un mosquito dura un día, una rosa tres días. Un gato dura trece años, el amor tres. Es así. Primero hay un año de pasión, luego un año de ternura y al final un año de aburrimiento.
El primer año, decimos: “Si tú me dejas, te mato”.
El segundo año, decimos: “si tú me dejas, yo sufriré pero lo superaré”
El tercer año, decimos: “si tú me dejas, abro el champán con un sable”".

Pero no solo eso, Beigbeder también dice que existen otras alternativas para seguir hasta el final: “Después de tres años, una pareja debe separarse, suicidarse, o tener hijos, estos son las tres maneras de mantener su fin”.

Desde el punto de vista químico, “el amor desaparece al final de tres años”, según la lectura de Marc Marronier, "el amor es una presión efímera de dopamina, de noradrenalina, de prolactina, de luliberina y de oxitocina. Una pequeña molécula, la feniletilamina, desencadena sensaciones de júbilo, de exaltación y de euforia".
Muy similar en su novela 99 Francos, donde la publicidad impone sus patrones a seguir, Beigbeder nos recuerda que también “la sociedad nos engaña: ella les vende el gran amor mientras que científicamente demuestra que estas hormonas dejan de actuar después de tres años”.

En esta novela, tras el personaje de Marc Marronier, está el mismo Frédéric Beigbeder, porque cuando estaba por cumplir los tres años junto a Alice (que dejó a su esposo Antoine), alguien le saluda: “Hola, mi amigo Marc Marronier”, él responde “Marc Marronier está muerto. Yo lo maté. A partir de ahora aquí no hay más que yo y, yo me llamo Frédéric Beigbeder”.

Una muy agradable novela, fácil de leer, una historia donde seguramente más de uno podrá identificarse o reconocerse en algún pasaje de la obra. A leer absolutamente.

Libro : L’amour dure trois ans, Frédéric Beigbeder, édition revue par l’auteur, éditions Grasset & Fasquelle, 1997.