Cita # 001 : La mirada

Siempre una nueva cita de celebridades del mundo cultural.

Libro: Metafísica de los tubos de Amélie Nothomb

El libro Métaphisyque des tubes (Metafísica de los tubos) de la escritora belga Amélie Nothomb, es una novela autobiográfica de sus tres primeros años de la autora durante su estadía en Japón.

Muy agradablemente me impactó mucho el estilo de su narración de principio a fin. Me agradó mucho la forma como argumenta sus posiciones de los europeos frente a los japones y asiáticos y, viceversa.

El "Dios tubo", es una niña que no pasa los tres años, que no tiene la noción del tiempo, tampoco es una niña que sorprende a sus padres con sus primeros pasos, movimientos, expresiones, etc. Si no todo lo contrario, es como una legumbre.

Cuando nos enfrentamos frente a una persona, generalmente damos nuestras impresiones sobre su mirada, mas no en otros aspectos.

“Los ojos de los seres vivientes poseen la más sorprendente de las propiedades: la mirada. No hay más singular. No decimos las orejas de las criaturas que ellas tienen una "escuchada", ni de sus fosas nasales que ellas tienen una "sentirada" o una "respirada".

¿Qué es la mirada? Es inexpresable. Ninguna letra no puede aproximar su esencia extraña. Sin embargo, la mirada existe. Incluso hay pocas realidades que existen a tal punto.

¿Cuál es la diferencia entre los ojos que tienen una mirada y los ojos que no lo tienen? Esta diferencia tiene un nombre: Es la vida. La vida comienza allí donde comienza la mirada.
Dios no tenía la mirada”.[1]

Este Dios de padres belgas, instalados en Japón era un bebe fuera de la norma convencional. Amélie nos cuenta su vida, sus reflexiones con un estilo ameno y divertido.

“La mirada es una elección. Aquel que mira decide fijarse en tal cosa y, por lo tanto, necesariamente excluir de su atención el resto de su campo de visión. Así es como la mirada, que es la esencia de la vida, es ante todo un rechazo.
Vivir significa rechazar. Quien acepta todo no vive más que el orificio del fregadero”[2].

Los aspectos trágicos y experiencias que no despiertan ninguna emoción, drásticamente se ven convulsionado al experimentar el placer, gracias al chocolate belga que su abuela le llevó en su primera visita. “Sin mí, este chocolate es un bloque de nada. Pero lo metemos en mi boca y se convierte en placer. Él me necesita”[3].
De pronto, la pequeña empieza a hablar, pero no en francés (la lengua de sus padres), sino en japones, gracias a la empleada de la casa.

Métaphisyque des tubes me hizo pasar un grato momento durante mi lectura, es un libro de una gran inteligencia.

“Existe desde hace mucho tiempo una inmensa secta de imbéciles que oponen sensualidad e inteligencia. Es un círculo vicioso: ellos se privan de voluptuosidad para exaltar sus capacidades intelectuales, lo que resulta en su empobrecimiento. Se vuelven cada vez más estúpidos, lo que los refuerza en su convicción de ser brillantes - porque no se ha inventado nada mejor que la estupidez para creerse inteligente”[4]

Gratamente sorprendido por la calidad de este libro, les recomiendo. Seguro que va impactarles y agradarles.

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[1] p.6
[2] p.17
[3] p.31
[4] p.33-34

Amélie Nothomb, Métaphisyque des tubes, éditions Albin Michel, 200, 157 pag.

Libro: La suplicación, Chernóbil, crónica del mundo luego del apocalipsis de Svetlana Alexievitch

"Un evento contado por una sola persona es su destino. Contado por muchas, se convierte en la Historia"[1]

El libro La supplication, Tchernobyl, chronique du monde après l’apocalypse, de la escritora de habla rusa fue publicado en 1999, es un documento que nos muestra la otra cara de la tragedia nuclear ocurrido en Chernóbil en 1986. Los testimonios que están en este libro, no es propiamente el relato de la autora, tampoco es un libro donde uno va a encontrar las cifras de la construcción de los centrales nucleares o las cifras del desastre, sino, son los testimonios directos de muchas personas que vivieron esa gran y triste apocalipsis nuclear.

Los relatos presentes en el libro son de muchas personas, científicos, campesinos, ex militares, madres, voluntarios, esposas, hijos, padres, etc. En esta tragedia nuclear no solo se perdieron vidas, sino también la patria: “sobre nuestros documentos de identidad, esta indicado que somos rusos. Sin embargo, nosotros no somos rusos, sino ¡Soviéticos! Solamente, el país que me vio nacer no existe más […] Nuestro país no existe más, pero seguimos viviendo”[2]

Las experiencias son contadas con muchos detalles, sumergiendo al lector en las entrañas de cada historia. Nos traslada en el espacio y tiempo inimaginables para los que ignoramos la vida de los soviéticos de aquellos años. Son muy conmovedores los relatos de los que estuvieron en el centro de la tragedia.

Las secuelas post-radiacion de Plutonio, Cesio, Cadmio, fueron extremadamente traumáticas para los que estuvieron cerca de ella y que tuvieron que ser evacuados por orden del gobierno. Pero los traumas psicológicos son los mas profundos para una población que es obligado a dejar. “Podemos construir una mejor casa, más confortable, pero es imposible de transportar en un nuevo lugar el mundo que conectó a todas estas personas. Estaban tan atados a su tierra por un cordón umbilical. La obligación de irse fue como un golpe colosal para su psique. La ruptura de las tradiciones, de toda cultura secular”[3], relata una mujer.

Es sumamente interesante y muy ilustrador este libro. Lo recomiendo.

Notas:
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[1] p.32
[2] p.70
[3] p.225.

Libro : La supplication, Tchernobyl, chronique du monde après l’apocalypse; Svetlana Alexievitch, traduit du russe par Galia Ackerman et Pierre Lorrain, éditions J’ai lu, 1999, 250 p.

Libro: El Maestro Ignorante de Jacques Rancière

El libro Le maître ignorant, cinq leçons sur l'émancipation intellectuel (el Maestro Ignorante, cinco lecciones sobre la emancipación intelectual) del filósofo francés, Jacques Rancière, fue publicado bajo la edición Fayard, edición de bolsillo, septiembre 2004.

Rancière, en Le maître ignorant, rinde un homenaje a Joseph Jacotot, que en 1818 tuvo una aventura intelectual. Jacotot se exilió en Países Bajos, donde consiguió un empleo para enseñar leyes, pero el tema era que los estudiantes no conocían la lengua francesa y él por su lado, ignoraba completamente el holandés. Por lo que no hay una lengua por la cual él puede instruir lo que los alumnos piden. Entonces se tenía que buscar algo en común para lograr el objetivo. En esa época se publicaba en Bruselas la edición bilingüe del Telémaco. Lo común fue encontrado: Telémaco. Entonces ese libro fue entregado a los estudiantes, pidiéndoles de aprender el texto francés ayudándose de la traducción. Pero sus expectativas de Jacotot fueron superadas.

En efecto, los estudiantes habían comprendido y respondido a las dificultades de una lengua extranjera sin ninguna explicación. Entonces, ¿todos los hombres fueron capaces de comprender lo que otros habían hecho y comprendido?

Joseph Jacotot fue sorprendido por el resultado de este azar, porque hasta ese entonces, él había creído en lo que creen todos los profesores concienzudos: que el gran asunto del maestro es transmitir su conocimiento a sus alumnos para elevarlos por grados hacia su propia ciencia. Él sabía cómo ellos que no se trata de atiborrar a los estudiantes de conocimientos y hacerlos repetir como loros, sino también hay que evitar estos caminos del azar sonde se pierden las mentes aun incapaces de distinguir lo esencial de lo accesorio y el principio de la consecuencia[1].

De todo esto, en resumen, el rol de maestro es explicar. Pero, no haría falta esa explicación.  Haría falta de derribar la lógica del sistema explicador. La explicación no es necesario para remediar a una incapacidad a comprender. Es al contrario esta incapacidad quien es la ficción estructurante de la concepción explicativa del mundo. Es el explicador que necesita del incapaz y no la inversa[2].

Explicar algo a alguien es ante todo demostrarle que él no puede comprenderlo por el mismo. Es allí donde se hace creer a las personas en inteligentes y no inteligentes, se elaboran mecanismos para justificar que hay diferencias en la inteligencia y, por lo tanto, unos deben ser superiores y los otros inferiores; dando lugar al mito pedagógico. Explicar a los estudiantes de acuerdo a sus capacidades y verificar si comprendieron o no los temas, para Jacotot será el principio del embrutecimiento[3].

Para Jacotot, así como cuando la patria está en peligro, hace nacer capacidades inéditas todo residen en la fuerza de la voluntad, esta situación no se diferencia en lo absoluto en su principio la urgencia que ordena la exploración del mundo por el niño o aquella vía singular de los sabios e inventores. A través de la experiencia del niño, del sabio y del revolucionario, el método del azar practicado con éxito por los estudiantes flamencos revelaba un segundo secreto. Este método de la igualdad era ante todo un método de la voluntad. Podemos aprender solo y sin maestro explicador cuando lo queremos, por la tensión de su propio deseo o la restricción de la situación[4].

Jacques Rancière, con este Maestro Ignorante nos muestra como republicanos, progresistas, metodistas, etc., no hacen más que profundizar en la diferenciación de inteligencias, con la sola intención de no tener ciudadanos emancipados, entonces el argumento perfecto es que existe una inteligencia superior y una inteligencia inferior.

Y, para emancipar a un ignorante, hace falta y es suficiente de estar uno mismo emancipado, es decir consciente del verdadero poder del espíritu humano[5].
Los republicanos toman por principio la soberanía del pueblo, pero ellos saben muy bien que el pueblo soberano no puede identificarse a la muchedumbre ignorante y condenado a la sola defensa de sus intereses materiales. Ellos saben muy bien también que la republica significa la igualdad de derechos y de deberes pero que ella no puede decretar la igualdad de las inteligencias[6].
Un formidable libro que ilustra muy bien el embrutecimiento del individuo y, cuales son las vías para lograr la emancipación intelectual. El Maestro Ignorante, altamente recomendable para todos.



[1] P.09
[2] P.15
[3] P.17
[4] P.24
[5] P.29
[6] . 217

Libro:Jacques Rancière, Le maître ignorant, cinq leçons sur l'émancipation intellectuel, Fayard, septembre 2004, 231 pages.